Articulo sobre 'Abuelo El Salvador' (The Rescue) publicado en Diario El Mundo - 7 de Marzo, 2015

El Schindler salvadoreño, salta a la gran pantalla en EE.UU.

José Arturo Castellanos, salvadoreño héroe del holocausto por salvar a más de 40 mil judíos, es honrado con un documental que podría convertirse en película para el 2017.

La hazaña secreta de José Arturo Castellanos, considerado el “Schindler salvadoreño” por salvar a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial aprovechando su puesto de cónsul, llega este año a la gran pantalla en EE.UU.

“Para mí, José Arturo Castellanos es mi abuelo, pero para el resto del mundo es un hombre que salvó a miles de personas dándoles nacionalidad salvadoreña y visados durante la Segunda Guerra Mundial”, destacó Álvaro Castellanos de visita en Washington.

Él y su hermano Boris solo conocieron a su abuelo a través de fotos en blanco y negro, pero su historia les llamó la atención y decidieron honrar su figura con un cortometraje de 15 minutos que en agosto y septiembre de este año se proyectará en cines de Nueva York, Connecticut, Boston y Washington.

En 2016, el corto se presentará también en Los Ángeles (California) y los hermanos Álvaro y Boris Castellanos esperan que se convierta en largometraje en 2017.

El objetivo, explicaron, es dar a conocer la historia de José Arturo Castellanos, un abierto crítico del régimen totalitario del general Maximiliano Hernández Martínez de El Salvador, que tras escapar por poco de un atentado contra su vida fue enviado a Europa.

En el viejo continente, Castellanos se convirtió en cónsul general de El Salvador en Liverpool (Gran Bretaña) y Hamburgo (Alemania) y, con el nazismo amenazando a Europa, asumió el reto de emitir visas y documentos de nacionalidad para ayudar a los judíos amenazados por el régimen de Adolf Hitler.

Con la operación conocida como “Acción salvadoreña”, Castellanos consigue distribuir más de 13.000 documentos de nacionalidad salvadoreña a judíos de Hungría, Rumanía, Francia, los Países Bajos y Alemania.

Los documentos, cada uno de los cuales tenían el poder de salvar a una familia, los elaboró Castellanos con Georgy Mandl, también judío, al que Castellanos ayudó a escapar de la persecución nazi nombrándole “primer secretario” del Consulado y dando un giro latino a su nombre, que a partir de entonces será George Mandel Mantello.

La figura de Castellanos, que falleció en El Salvador en 1977, a los 84 años, permaneció durante años entre las sombras, hasta que en 2005, en Suiza, sucedió algo extraordinario. En un sótano polvoriento en Ginebra, como si se tratara de “un extraño episodio de una novela de detectives”, apareció una maleta con más de mil certificados de nacionalidad salvadoreños, poniendo sobre la mesa la hazaña del cónsul salvadoreño.